martes, 5 de junio de 2007

Capítulo 5: El Iluminado

Efectivamente. No es un error en el título. No le he puesto comillas, porque el sentido del título no es figurado sino real. "Yo estoy aquí para cambiar el mundo", sólo puede ser dicho por un iluminado. Sin comillas.
Lo malo de tener que padecer a un iluminado, es que hay mucha gente dispuesto a creerlo, y lo peor, es que hay mucha más dispuesta a no hacer nada. Y por esas fechas hubo mucha gente que le creyó, y mucha más que no hizo nada para evitar la plaga que nos vino encima.
Mucha gente le creyó porque la palabra "paz" que él pronunciaba una y otra vez y que la gente interpretaba como "Pública tranquilidad y quietud de los Estados, en contraposición a la guerra o a la turbulencia", en realidad era la onomatopeya por un defecto de pronunciación. Algunos de los que más tarde fueron acusados de pertenecer a "Bastión Extremo" y por lo tanto, perseguidos, lo interpretaban como "PZ" -algo relativo a presidente- y otros afirmaban que estaba tan trastocado que lo que realmente quería decir era ZP -algo que realmente mis ancestros no querían ni mencionar- y los más benévolos señalaban que el pobre, lo único que deseaba era "PAN". Más adelante se supo que pan no era lo que quería, porque una anciana que colaboraba en una organización caritativa, que se ocupaba de los sin techo llamada "Cáritas", le llevó una hogaza de pan siendo arrestada sin contemplaciones. Tiempo después cuando el tiempo pudo borrar el recuerdo de la anciana, sin que nadie pudiera conocer el motivo, la organización desapareció.

Así me lo contó mi bisabuelo y así ha sucedido.